Que diferencia existe en el enfoque de la enfermedad entre la medicina china y la occidental?
En medicina occidental todo proceder diagnóstico busca identificar el
agente agresor (virus, bacterias o parásitos) y el tratamiento busca
luchar contra esos agentes microbianos, a través de los medicamentos.
Durante las epidemias que asolaron el país, los primeros médicos chinos
observaron que sólo quedaba afectado cierto número de sujetos mientras
que otros no presentaban ningún signo de enfermedad. Incapaces de
identificar el germen causante en esas epidemias pero buscando armonizar
el hombre con su medio circundante, consideraron primordial utilizar
los medios tendientes a aumentar las defensas del organismo. Como el
hombre debía vivir entre el cielo y la tierra, la enfermedad sólo podía
sobrevenir durante un desequilibrio que se establecía entre ellos.
Por lo general se atribuye la enfermedad a una debilidad de la energía
defensiva del hombre que no pudo adaptarse. Se considera los signos
clínicos de un individuo afectado por una epidemia gripal que compromete
las vías respiratorias superiores, por ejemplo, como los que alguien
con “un pulmón en vacío de energía”. De quien no esté afectado se dirá
que tiene “una correcta energía del pulmón”
Todos
hemos notado esas variaciones entre los sujetos: algunos grandes
comilones, grandes bebedores a veces pueden presentar balances
biológicos mucho mejores que los de individuos que practican una higiene
de vida más exigentes. Por esa razón la medicina china considera cada
individuo como un caso particular que exige un estudio minucioso previo
al diagnóstico que a su vez ocasiona una terapéutica adaptada.
Tomemos el ejemplo de una angina, afección frecuente caracterizada por
la inflamación de la garganta. Los occidentales, una vez determinado el
diagnóstico, dan un tratamiento con antibióticos.
En
medicina china, aunque los signos clásicos sean idénticos, hay interés
primordial por las condiciones de aparición de la afección. Una angina
“atrapada” durante una exposición al frío invernal no puede tratarse
como se trata una contraída durante el verano o mientras la persona
estaba en un país tropical. En cada caso, el paciente presenta una
fragilidad diferente y en consecuencia un terreno distinto que justifica
un tratamiento diferente.
Las enfermedades infantiles son objeto de una clasificación particular?
La
medicina china distingue claramente tres periodos en la vida humana: la
vida intrauterina, la infancia (que va desde el nacimiento hasta la
pubertad) y la vida adulta.
En cada uno de esos
períodos las enfermedades tienen causas diferentes. En el momento de la
concepción se atribuyen a factores como padres de demasiada edad o de la
mala salud, a un choque emocional durante el embarazo, la
responsabilidad de una fragilidad del niño tanto en lo físico como
psíquico. Durante el examen del recién nacido, signos cutáneos o ciertas
características del pulso, por ejemplo, permiten diagnosticar una
debilidad constitucional e instaurar un tratamiento a base de plantas
que procure reforzar las defensas inmunitarias antes de la aparición de
las primeras enfermedades.
En los primeros años de
vida los errores dietéticos son los principales responsables de la
aparición de enfermedades. El destete demasiado precoz puede debilitar
el bazo y el estómago y ocasionar más tarde una fragilidad digestiva. El
exceso de absorción de leche de vaca, alimentos muy ricos (o una
sensibilidad individual a este alimento) agota la función de
desintoxicación del hígado que, en la edad adulta, puede acarrear una
debilidad del órgano con afecciones de tipo funcional, hasta orgánico.
Los chinos adjudican una importancia particular en el niño a los
posibles traumatismos, sobre todo en el cráneo, que pueden originar
futuras cefaleas. Una vez más se constata que los médicos chinos
privilegian siempre un estudio de las causas de las enfermedades más que
el de sus efectos, que varían mucho de un sujeto a otro. Les gusta
decir: “
el buen obrero trata la enfermedad antes de que aparezca y el mal obrero solo la trata cuando está allí”.
Ya que los chinos no conocen los microbios, ¿a qué atribuyen las enfermedades?
Ellos estudiaron minuciosamente los factores desencadenantes y muy
rápido supieron diferenciar las causas climáticas que llaman “factores
externos de las enfermedades”, de las provienen de la alimentación y del
psiquismo denominadas “factores internos de las enfermedades”.
El frío, el viento, la humedad, el calor, la sequedad y el fuego
representan los factores climáticos externos. En consecuencia vemos que
las enfermedades llamadas externas tienen una estrecha relación con las
estaciones y la climatología.
En efecto, los elementos
naturales pueden hacerse patológicos si son excesivos o si agreden un
organismo debilitado. Pero la medicina occidental retoma parcialmente
esas nociones. La importancia de la dietética, a pesar de basarse en un
enfoque diferente, presenta también puntos comunes con el occidente. En
cambio, el estudio del papel predominante de los factores psíquicos en
el origen de las enfermedades caracteriza en especial a la medicina
china porque para ella el cuerpo humano es un todo. En efecto, para ella
no podría haber separación entre el cuerpo y el espíritu. El soplo de
vida, que circula en nosotros alimenta tanto las funciones fisiológicas
de los órganos como la capacidad de nuestro psiquismo para aprehender el
mundo exterior.
De modo tal que toda deficiencia
energética del organismo repercute sobre el cuerpo y sobre la percepción
del mundo. Por ejemplo, el riñón es responsable de lo que los chinos
llaman el
tche, que si se simplifica mucho puede traducirse como “voluntad”. Es comprensible entonces que el
tche tenga correlación con la expresión popular francesa: “tener los riñones sólidos”.
Una vez más, resulta impresionante la agudeza de observación de esos
médicos que en los factores psíquicos supieron advertir una gran causa
de enfermedad, dos mil años antes de los balbuceos de lo que occidente
llamará la medicina psicosomática.
Por que los factores climáticos pueden ser una causa mayor de enfermedad en medicina china?
En tiempo normal las condiciones meteorológicas no tienen ningún efecto
patológico sobre el organismo. Pero la sensibilidad individual a las
estaciones y a los climas, en el sentido de una mejoría (ciertos climas
nos “tonifican”) o de una agravación (ciertas estaciones “fatigan”) es
evidente.
Mientras que ciertos individuos buscan el
sol (el calor), a otros les atraen los climas lluviosos (la humedad). No
es cuestión de ver en la atracción por uno u otro de esos elementos una
preferencia psíquica. Se trata también, y sobre todo, de la necesidad
que tiene el cuerpo de hallar en la naturaleza el elementos que le
falta.
Por ejemplo, una persona muy Yang, experimenta,
que por su exceso de calor general, una atracción por los climas fríos y
el invierno.
Cada uno presenta una “tipología”
(fuego, agua, etc.) personal que el médico diagnostica desde el primer
examen. A partir de los resultados obtenidos puede prever la
sensibilidad o la resistencia a las enfermedades.
Si
retomamos el ejemplo del sujeto Yang se nota que un paciente puede ser
sensible al calor que da potencia a su propio calor general y lo
desequilibra. El viento-calor también puede desencadenar, a nivel
cutáneo, forúnculos o micosis (signos de calor en medicina china) o, en
un nivel otorrinolaringológico, sinusitis purulentas con secreciones
amarillas (que se diferencia de las secreciones blancas del tipo frío),
etc. A la inversa un sujeto en vacío de Yang es sensible al frío, que le
desencadena resfríos, bronquitis, etc.
Cada factor
climático, en función de nuestra “tipología” o terreno, nos predispone a
ciertas enfermedades. La medicina china, que actúa sobre nuestro
terreno, restablece el equilibrio del organismo y permite una mejor
defensa frente a las agresiones.
¿Cómo penetran las agresiones climáticas en el organismo?
En medicina china, los agresores climáticos penetran en el organismo por dos posibles vías:
-clásicamente por el pulmón o la superficie cutánea sobre la que
circula la energía llamada “defensiva”. Es el famoso comienzo de los
“golpes de frío” o de las “insolaciones”, que se caracterizan por
manifestaciones superficiales como los escalofríos (traducción de lo que
los chinos llaman la lucha entre lo perverso y lo correcto: el
encuentro entre la energía externa y la energía defensiva del cuerpo.
-en una segunda etapa, si no bastó con la primera capa de defensa, el
organismo presenta la fiebre, para defenderse. Los médicos chinos
describieron muy bien la penetración de las enfermedades y los
diferentes tratamientos a realizar según la afección. Todos esos datos
fueron observados por los médicos occidentales desde la Edad Media.
Más característico es, sin discusión, el hecho de que cada órgano
presenta una sensibilidad a un factor climático preciso. Así, el corazón
“lo ataca” el calor con más facilidad, al riñón lo ataca más el frío;
el pulmón es atacado por la sequedad, el bazo por la humedad y el hígado
por el viento. En este caso la agresión climática no es más que el
factor desencadenante, que actúa sobre un órgano en vacío de energía. Se
observa, por ejemplo, migraña o dolores cervicales que aparecen después
de una exposición al viento. Allí donde la radiología revela a veces
una artrosis cervical, el examen clínico en medicina china, muestra un
dolor que sigue el meridiano de acupuntura de la vesícula biliar, en su
parte superior (la artrosis es una degeneración del cartílago óseos pero
su localización a nivel cervical se explica por la débil resistencia
energética en el trayecto del meridiano de la vesícula biliar). Solo la
deficiencia hepatovesicular permite que el viento se convierta en un
agente desestabilizador del organismo. Por eso el tratamiento debe
reforzar el estado energético de la esfera hepatovesicular.
Existen signos clínicos diferentes según los factores climáticos?
SI.
En medicina china hablar de factores climáticos como el frío, el calor,
etc, no es sólo evocar, como en occidente, un elemento externo, sino
que hasta es evocar manifestaciones clínicas particulares.
El frío es considerado Yin en medicina china. Entorpece la circulación
del Qi y ocasiona dolores. Su localización preferida es en las
articulaciones de las manos y de los pies, donde produce reumatismos
crónicos.
Si no se trata penetra en el interior del
cuerpo y provoca afecciones de los órganos como el estómago y el útero, y
es responsable de gastritis y dismenorrea (dolores durante las reglas).
La afección por frío está diagnosticada porque existen signos clínicos específicos relacionados con el:
-Los dolores son muy fuertes con frecuencia. Se habla de “mordedura” del frío, calmada de inmediato por el calor.
-las secreciones (nariz, orina, vagina, etc) siempre son de color pálido y sin olor.
También el viento tiene mucha importancia. Sus manifestaciones se
asemejan a un viento que soplara sobre la superficie del cuerpo. La
enfermedad llega con rapidez, toca sobre todo la parte superficial del
cuerpo como la piel (prurito), los músculos (calambres) o el pulmón
(pues está en contacto con el aire). Como el viento es móvil por
naturaleza, los signos clínicos cambian rápidamente en el tiempo y los
síntomas se desplazan a la superficie del cuerpo. Allí se dibuja el
cuadro típico de las gripes con leve afección pulmonar (secreción nasal)
sensación de tener el cuerpo “molido” y dolores indefinibles pues se
desplazan en un instante de una parte a otra del cuerpo, sin razón
aparente. Si este embate superficial del viento penetra en los órganos,
los trastornos son importantes: sensación de calambres internos sobre
todo en el abdomen, que se desplazan y crean fenómenos dolorosos o
angustiantes.
Las brutales pérdidas de conocimiento,
los ataques de hemiplejia, por su aparición repentina y sus
manifestaciones neurológicas y musculares, se atribuyen al “viento
interno!.
La frecuencia y las posibles agravaciones de
las afecciones provocadas por el viento hicieron que los chinos
dictaran reglas de higiene para protegerse. El viento penetra en el
organismo a través de los puntos de acupuntura situados en la nuca y en
la parte superior de la espalda. Por otra parte, el nombre de esos
puntos evocan su particular función: “
palacio del viento”, “
estanque del viento”.
Proteger esas zonas anatómicas es la mejor prevención. La necesidad que
algunas personas tienen de llevar chales, pañuelos alrededor del
cuello, bufandas, refleja el deseo de proteger esas zonas de cualquier
“corriente de aire”.
La humedad es otra gran causa de
patología. El clima pero sobre todo el hábitat en medio húmedo, a la
larga ocasionan manifestaciones clínicas. Referida a las características
de la humanidad, elemento de naturaleza “pesada”, ella afecta en un
primer tiempo la parte inferior del cuerpo: piernas pesadas, impresión
de entumecimiento del cuerpo, de hinchazón.
Esta
patología de la parte inferior del cuerpo ocasiona un vacío de la parte
superior que da signos de cabeza pesada, “en la bruma” y pérdida de
memoria. Tradicionalmente, el órgano bazo se encarga de luchar con la
humedad. Si luego de una larga enfermedad, de excesos alimentarios
(azúcares) su actividad resulta deficiente, la sensibilidad del
organismo a la humedad es más importante. La humedad se estanca en el
cuerpo y se manifiesta en las secreciones: orina turbia, deposiciones
grasosas, capa lingual espesa…